Al diseñar un espacio arquitectónico resulta necesario pensar como satisfacer las necesidades de cada uno de sus usuarios buscando lograr un adecuado grado de confort y una experiencia placentera. Los auditorios, cines y teatros son espacios que involucran a grandes masas de personas por lo que debe prestársele especial atención a factores como la isóptica, la acústica o la accesibilidad para que a la hora de presenciar un evento todos sean capaces de recibir la misma información.
Más allá de las normativas impuestas en cada región o las características propias de cada proyecto, el cálculo de la isóptica permite conocer la curva trazada para lograr la adecuada visibilidad del público en un determinado evento. Teniendo en consideración que el ojo humano posee un campo visual de 180°, se recomienda proyectar en base a las medidas y ángulos pertinentes que permitan que todos los observadores tengan total visibilidad del espectáculo.
Tanto la isóptica vertical como horizontal presentan determinados márgenes de uso efectivo respecto de la visión de los espectadores sobre un punto de interés. Si nos remontamos en la historia, es desde la época griega que se creía que la mejor manera de abordar esta problemática era a través de una disposición circular, razón por la que tantas infraestructuras cuentan con este diseño. En la actualidad, son múltiples las morfologías y disposiciones que se han podido implementar en estos espacios en base a profundos estudios e investigaciones. A continuación, presentamos algunos de los principios fundamentales para tener en cuenta a la hora de proyectarlos.
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Isóptica vertical
La isóptica vertical tiene como objetivo buscar las alturas/desniveles convenientes para el diseño de las gradas. Su cálculo define la curva ascendente generadora del escalonamiento del piso entre las filas de observadores que permitirá lograr una buena visibilidad. A través de métodos matemáticos, puede obtenerse el trazo de la isóptica con la siguiente fórmula donde h´ representa la altura del ojo del espectador, d´ la distancia del espectador al punto base para el trazo, h la altura de los ojos de los espectadores de la fila anterior a la que se calcula, k es una constante que indica la diferencia de nivel entre los ojos y la parte superior de la cabeza y d es la distancia desde el punto base para el trazo a los espectadores ubicados en la fila anterior a la que se calcula.
h´= (d´(h+k) ) / d
Además, existen otras variables a tener en cuenta como la antropometría de la población considerada como usuarios, el tipo de mobiliario a colocar o mismo si los espectadores se ubican de pie o no. Al tratarse de espectadores sentados, se considera una altura promedio desde los ojos de la persona al suelo de aproximadamente 1.10 m siendo la distancia entre el oído y la parte superior de la cabeza (k) de aproximadamente 12 cm.
Para el cálculo, se propone plantear una separación de 3 m entre el escenario y la primera fila de asientos ubicados sobre el nivel cero y se utiliza una profundidad de 0.70 m para definir la posición de la persona en su asiento. El procedimiento consta de colocar un punto que simboliza la cabeza del primer observador en su asiento tomando una distancia (d) de 0.90 m como separación entre las filas de las gradas. Luego, se instala un punto de referencia de observación denominado F que cumple el rol de límite inferior del campo visual y también se encuentra a 0.90 m del piso. Se traza una línea recta y se da inicio al trazado de la curva isóptica. Se colocará otro punto a una altura k y se trazará una nueva línea recta desde dicho punto al punto F, a continuarse hasta la intersección con la próxima línea vertical que representa al siguiente espectador. De esta manera, se trazan todas las rectas desde el punto F hacia las sucesivas líneas verticales y se trazan las gradas teniendo en cuenta el limite inferior de la distancia de 1.10 m.
Isóptica horizontal
La isóptica horizontal determina la distribución radial de las butacas sobre el plano horizontal permitiendo una óptima visión lateral. Cuando se habla de campo de visión, se hace referencia a la proporción de espacio que se mide en grados y se percibe manteniendo la cabeza y los ojos fijos en un objeto. Al contemplar con los dos ojos, los campos de visión se solapan y el campo central es aún mayor, logrando una amplitud de 60°. Es importante considerar tanto el ancho de los asientos como la normativa acorde al uso del sitio y la clase de espectáculo a desarrollarse ya que esto afecta la tipología de distribución.
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Estableciendo un punto P que corresponde al doble del ancho de la boca del escenario, se traza una línea desde el mismo hasta los puntos A y B que representan los límites del escenario. Es necesario que el punto central de la primera fila hacia A y B tenga un ángulo de 110° mientras que la última fila de asientos debiera limitar la visión del espectador central a un ángulo de 30°.
